ANTECEDENTES
El edificio que alberga el museo tiene un área de 2,275 metros cuadrados. Fue diseñado por el arquitecto salvadoreño Salvador Choussy (1947) y construido en un terreno de 6,520 metros cuadrados. Comprende salas de exhibición y áreas administrativas, depósito de obras, talleres y espacios complementarios, entre los que se cuenta una sala de proyecciones. En 2007 el museo amplió sus instalaciones al construir el salón de usos múltiples Ernesto Álvarez Córdova y una nueva sala de exhibición.
En la actualidad, el edificio comprende un área construida de 2,968 metros cuadrados, de la cual 1,208 metros cuadrados se utilizan para las exhibiciones, distribuidos en cinco salas. Tres de ellas están destinadas a la muestra permanente de arte salvadoreño (Gran Sala, Sala 3 y Sala 4) y las dos restantes a las exhibiciones temporales, complementadas con espacios alternativos.
Las áreas de exhibición son:
Gran Sala: 372 m2
Sala 1: 192 m2.
Sala 2: 152 m2
Sala 3: 152 m2
Sala 4: 184m2
Espacios alternativos: 156 m2.
MONUMENTO A LA REVOLUCIÓN
Uno de los grandes logros del diseño fue integrar la nueva edificación al Monumento a la Revolución diseñado por los arquitectos Óscar Reyes y Kurt Schulze. Este es un conjunto artístico arquitectónico edificado en los años cincuenta que incluye un mural y una escultura monumental. Los trabajos preliminares: proyecto, localización y transporte de la piedra, entrenamiento del personal, etc., comenzaron en el año de 1954.
Monumento a la Revolución: El mural es un mosaico en piedra que representa la libertad, la cual es simbolizada por un hombre desnudo mirando hacia arriba y con los brazos levantados. Esta figura es conocida popularmente como “El Chulón” y constituye un punto de referencia urbana. Las piedras que forman el mosaico son de colores naturales y fueron recolectadas a lo largo del territorio nacional. El diseño y realización de la obra estuvo a cargo del artista mexicano Claudio Cevallos y de la artista salvadoreña Violeta Bonilla (1924-1999).
Esta obra fue inaugurada por el Presidente de la República Coronel Óscar Osorio el 14 de diciembre de 1955.
MONUMENTO A LA CONSTITUCIÓN
Alegoría a la Constitución de 1950 o Monumento a la Libertad: La escultura monumental, tallada directamente en piedra, esta compuesta por nueve figuras: un obrero, una madre que sostiene en brazos a su hijo, la figura de una niña, dos figuras femeninas, una de ellas parcialmente cubierta por un soldado, el cual sostiene su fusil apuntando hacia abajo, en actitud pacífica. En la parte posterior destaca la figura de una mujer que sujeta la constitución de 1950. Todas estas figuras sostienen una mujer desnuda, cubierta con la bandera de El Salvador, que corona la escultura. La obra, fechada en 1956, fue realizada por el artista costarricense nacionalizado mexicano Francisco Zúñiga (1912-1998), quien es considerado uno de los más importantes escultores latinoamericanos y cuya obra se encuentra en diversos museos y ciudades del mundo.
El Museo gracias a donación de la Fundación Zúñiga Laborde cuenta con los bocetos y planos del Monumento. La donación incluía también dibujos realizados por el artista durante su estadía en El Salvador y una escultura.
VALEROLECHA
Valero Lecha, un hombre sencillo, carismático, aman te de la cocina y la naturaleza, dejó la tierra cuscatleca el pasado viernes mientras se sometía a una cirugía de corazón abierto.
Lecha, hijo del artista de la plástica Valero Lecha, estuvo dedicado a su familia y a su Vivero El Patio.
"Una persona de buen humor y con gran carisma por hacer amigos, se entregaba apasionadamente a su familia y a sus amistades. Un hombre con quien uno podía contar en cualquier circunstancia", explicó a El Diario de Hoy, Ignacio Lecha al preguntarle por su padre.
Para el nieto del artista, fue una persona talentosa y disciplinada en su vida profesional y personal. Valero Lecha, el ingeniero que se dedicaba a la naturaleza en el Vivero El Patio, contribuyó a la creación, remodelación y mantenimiento de espacios exteriores de amantes a la naturaleza como un apoyo incondicional a las actividades culturales del Museo de Arte de El Salvador ( MARTE).
"Mi padre seguirá en nuestra memoria. Sabemos que estará con nosotros siempre. Eso nos da una alegría y tristeza al mismo tiempo. Pero seguimos su ejemplo, un hombre extraordinario para seguir sus pasos", añadió su hijo.
A Valero Lecha también le gustaba cocinar y tenía una atención peculiar con los bonsáis, su cuidado y decoración. Fue homenajeado por amistades y familiares en Capillas Memoriales y ahora sus restos descansan en la cripta Corazón de María.
FOTOGRAFÍAS DE VALERO LECHA
CARLOS ALBERTO IMERYA
Nació en San Salvador, El Salvador el 18 de marzo de 1879. Fueron sus padres Benito Imery (fotógrafo) y Mercedes Peña. Ingresó al Real Instituto de Bellas Artes en Roma,Italia, el 6 de febrero de 1904 junto con Miguel Ortiz Villacorta. Imery llevó consigo el conocimiento de estudios italianos concluídos en El Salvador y como su primer maestro de pintura a Marcelino Carballo.
Trayectoría
Luego de haber permanecido ocho largos años, cuatro en Italia y los demás en España yFrancia; regresó a su ciudad natal en 1911, llevando a cabo una exposición de sus obras realizadas en Europa, definiendo la personalidad creadora de Imery, pero este intento fracaso, dedicándose entonces a la confección de carrozas y a exhibir sus pinturas en las vitrinas de ferreterías y almacenes por falta de dinero para emprender su trabajo.
Fue nombrado en 1912 conservador de los monumentos nacionales, utilizando su casa para fundar la Escuela de Dibujo y Pintura que años más tarde se convertiría en la la Escuela de Artes Gráficas, donde Carlos Imery fungió como director y maestro de dibujo y pintura, egresando de esa escuela muchos pintores sobresalientes del país como: César Sermeño,Luis Alfredo Cáceres Madrid, Luis Ángel Salinas, Carlos Cañas y José Mejía Vides.
Fue profesor de la antigua Escuela Militar, y profesor de dibujo geométrico en la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Nacional. de El Salvador.
Contrajó matrionio en 1915 con la señorita Concha Castro,con la que pasó el resto de su vida, procreando tres hijos.
Aunque no era un pintor prolificó Carlos Imery dejo la pintura en el año 1920 debido a una enfermedad que padecia en los ojos qe lo imposibilitó seguir realizando ese trabajo, pero continuó sus actividades como docente.
Fue uno de los primeros becados al extranjeros para estudiar pintura. Influencias de su familia le produjeron ganar la beca en el Real Instituto de Bellas Artes en Roma, junto con Miguel Ortíz Villacorta. Carlos Imery regresó a El Salvador, y en 1911 impulsó la creación del Instituto Nacional de Artes gráficas, que posteriormente llevó su nombre, institución donde estudiaron muchos posteriores artistas cuscatlecos, incluyendo Valero Lecha. Organizó la primera exposición de arte en El Salvador, pero con un pueblo ignorante de esta forma del arte, la exposición fue un fracaso que afectó al pintor.
FOTOGRAFÍAS
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